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martes, 6 de noviembre de 2012

Mauss, Marcel




Es difícil subestimar la importancia intelectual de Marcel Mauss para, al menos, dos generaciones de pensadores franceses. Empezando por Bataille, Dumézil y Lévi-Strauss, Mauss ha sido asimismo punto de referencia para una nueva generación que incluiría a Bourdieu, Baudrillard, Derrida y Foucault. La teoría de Mauss sobre el regalo y la naturaleza del intercambio en las sociedades denominadas arcaicas ha ocupado especialmente a los pensadores de inspiración estructuralista, como Lévi-Strauss, mientras que la deuda que con él tienen otros como Bourdieu y Foucault está más relacionada con sus ideas sobre las técnicas corporales. Habitus es un término que Mauss examinó antes de que Bourdieu lo reelaborara; y la noción de "tecnología del cuerpo" en Foucault podría muy bien tener su origen en la opinión de Mauss de que las técnicas corporales son, efectivamente, una "técnica sin instrumento" (la palabra francesa technique indica no sólo lo técnico sino lo tecnológico). Es decir, una técnica del cuerpo es una tecnología en la medida en que puede transferirse a otras áreas de actividad y porque, para ello, debe ser parcialmente cosificada (o sea, formalizada).
Mauss, sobrino de Émile Durkheim, nació en Épinal el 10 de mayo de 1872, y murió en París el 10 de febrero de 1950. Como su tío, creció en un ambiente de judíos ortodoxos. En 1895 obtuvo el tercer puesto en la agrégation de filosofía, tras lo que estudió griego, latín, hebreo e iraní antiguo en la École Pratique des Hautes Études (1). En 1902 era ya maître assistant en dicha Escuela, Quinta Sección, donde enseñaba "historia de las religiones de los pueblos no civilizados". Al empezar la Primera Guerra Mundial, Mauss se ofreció voluntario para el servicio, trabajó de intérprete en el ejército británico y fue condecorado por su valor, con dos menciones y dos cruces militares. Su experiencia en el ejército le dio la ocasión de estudiar las diferentes técnicas corporales que se observaban entre las tropas británicas, australianas y francesas. Más adelante, en sus ensayos sobre las técnicas del cuerpo, Mauss destacará la capacidad de los soldados australianos para sentarse en cuclillas durante los periodos de descanso, mientras que un francés como él debía permanecer erguido; porque, como tantos europeos, carecía de esa habilidad. A diferencia de su tío, Mauss era más un bohemio con aspiraciones socialistas; coleccionaba objetos exóticos, defendió la obra de Debussy y Picasso y siempre estuvo abierto a nuevas formas de entendimiento social y formas culturales. En 1925, Mauss creó el Institut d'Ethnologie y, en 1930, fue elegido para el Collège de France hasta su jubilación, en 1940.
En 1899, Mauss publicó con H. Hubert Nature et function du sacrifice (Naturaleza y función del sacrificio). Pero la fama y la influencia de Mauss se debieron, en gran parte, a los artículos que publicó en la revista Durkheimiana de sociología, L'Année sociologique, más que a ninguna monografía. Además fue un profesor muy estimulante y atractivo. Según Georges Dumézil, que dedicó muy poco tiempo a Durkheim –el mentor de Mauss–, era infrecuente que este último preparara sus clases, pero tenía un sentido de lo universal apoyado en enormes conocimientos casi ilimitados.
Debido seguramente, en parte, a la famosa Introducción a la obra de Marcel Mauss (2), escrita por Claude Lévi-Strauss, la obra más conocida de nuestro autor es su Essai sur le don (El regalo), publicada por primera vez en el volumen correspondiente a 1923-1924 de Année sociologique. Aunque, a simple vista, el regalo puede distinguirse de una mercancía (la base del intercambio en una economía monetaria), porque parece que no implica reciprocidad, Mauss afirma que, en realidad, el regalo implica una triple obligación: dar, recibir y corresponder. Viendo las etnografías de un amplio abanico de sociedades –pero, sobre todo, describiendo a los potlatch en América, los kula en el Pacífico y los hau en Nueva Zelanda–, Mauss demuestra que el regalo es la verdadera base de la vida social, por lo refinado y diferenciado de las formas de comportamiento que se ejercen después de él. El regalo no es un simple intercambio de bienes. Implica honor y un uso determinado del tiempo; se trata de un mecanismo que afecta a todos los aspectos de la vida que garantizan tanto la circulación de personas (mujeres) como de bienes. Dicho intercambio puede verse en el matrimonio, las fiestas, las ceremonias rituales, el servicio militar, las danzas, los bailes, y así sucesivamente. Incluso cuando el intercambio se relaciona exclusivamente con objetos de algún tipo, es preciso recordar que los objetos no son sólo las cosas muertas e inanimadas que se supone que son en sociedades capitalistas y muy diferenciadas. Los objetos poseen un "alma", una espiritualidad, no son meramente un objeto; y, a la inversa, aunque los seres humanos tienen su espiritualidad –en general llamada mana–, son también objetos que, por consiguiente, pueden formar parte del sistema de intercambio.
  En lugar de la acumulación de riqueza con el objetivo de acumular más riqueza, típica de las sociedades capitalistas, las sociedades del regalo se caracterizan por el gasto –la donación– y la obtención de prestigio. Por ejemplo, la esencia de los potlatch de Norteamérica es la obligación de dar. Quien puede gastar en la máxima medida posible y sitúa al beneficiario en obligación de igualar su prodigalidad obtiene y mantiene prestigio y honor. Al menos, en la medida en que los potlatch no acaban en una orgía de pura destrucción, es decir, el puro gasto sin beneficio. Pero, en general, los regalos deben devolverse con intereses, de modo que lo que está en juego es cada vez más.
Respecto al carácter de las cosas que se intercambian en el sistema del regalo, sería erróneo suponer que se limitan a bienes materiales. De hecho, uno de los puntos en los que más insiste Mauss es que prácticamente todo –servicios, favores sexuales, fiestas, bailes, etc.– se ve arrastrado al sistema. Si un individuo o grupo no cumple las obligaciones que implica el sistema de regalo, se corre el peligro de una guerra.
Si bien la sociedad capitalista no se estructura con arreglo a las obligaciones sociales generales ligadas al regalo, Mauss afirma que, teniendo en cuenta las pruebas históricas, resulta razonable pensar que los sistemas legales y económicos de Occidente surgieron inicialmente de instituciones similares a las de las sociedades dominadas por él. Más tarde, en las sociedades capitalistas modernas, se desarrolló una mentalidad impersonal y calculadora en la que la noción de equivalencia monetaria pasó a sustituir a la obligación moral y la lucha por el prestigio inherentes al regalo. En lugar de invadir el conjunto de actividades de la vida, el desarrollo de la ley y la economía basada en el dinero permitió que el intercambio se formalizara y se limitara al terreno público, mediante la separación de la esfera pública y la privada.
   Mauss concluye su estudio resumiendo una serie de puntos esenciales. En primer lugar, advierte, el regalo sigue impregnando "nuestras" sociedades, pero de manera muy reducida. Las ocasiones especiales por motivos religiosos, matrimonios, aniversarios, pueden provocar aún una gran actividad de entrega de regalos y la sensación de que debemos corresponder con intereses, que "debemos devolver más de lo que hemos recibido" (3). No ser capaz de corresponder puede dejar al beneficiario en una posición de inferioridad respecto al donante. Queda por ver si, tal vez, sería necesario examinar el significado de la caridad y el bienestar social bajo este prisma, porque, si bien puede estar en juego un elemento de reciprocidad y orgullo, detrás de la caridad se encuentra asimismo un motivo práctico que está ausente en el intercambio de regalos. Sin embargo, las sociedades cuya estructura social se basa por completo en el regalo no disponen de ningún espacio que no esté sujeto al intercambio. Los seres humanos forman parte también del sistema. Se trata de una noción de intercambio que es preciso separar claramente de los motivos utilitarios. Mucho más que los intercambios económicos en las sociedades que se consideran muy diferenciadas, con una distinción muy marcada entre lo público y lo privado, el regalo es un fin en sí mismo; porque, si bien lo que está en tela de juicio es, sin duda, el mana de una persona, su indefinible cualidad de prestigio, ésta es inseparable del acto de dar y recibir. "Dar es mostrar la propia superioridad" (4). Como impregna la estructura social y afecta a todas las facetas de la vida, el regalo es un ejemplo de lo que Mauss denomina "un hecho social total". Aunque se produzca a escala individual o de grupo, el intercambio de regalos es, par excellence, un hecho social. La suerte de los individuos y los grupos está inextricablemente ligada a la suerte de la sociedad en su conjunto. Por tanto, para entender las repercusiones y la, importancia de un acto individual de entrega es preciso comprender el carácter de toda la estructura social. La propia estructura triangular del regalo, que implica dar, recibir y corresponder, evoca claramente la idea del hecho social total.
La noción de mana, que se considera ligada a la cualidad indefinible del prestigio en el sistema del regalo, había aparecido previamente en el ensayo de Mauss sobre la magia (5). En él, el autor destaca que mana es uno de los conceptos inquietantes de los que la antropología creía haberse deshecho. Mana es un término vago, oscuro e imposible de definir con rigor. De hecho, observa Mauss, existe una verdadera "infinidad de manas" (6). No se trata sólo de una fuerza, un ser, sino también "una acción, una cualidad y un estado". La palabra es, al mismo tiempo, "un nombre, un adjetivo y un verbo" (7). Mana no puede ser el objeto de experiencia porque absorbe toda la experiencia. En este aspecto, pertenece al mismo orden que lo sagrado. Para Mauss, ello es como decir que mana posee una espiritualidad equiparable al pensamiento colectivo, que equivale a la propia sociedad.
Por su parte, la magia es irregular y tiende hacia algo que la sociedad prohibe. La magia es un acto privado, secreto y singular. Es aislado, misterioso, furtivo y fragmentado. Comprende el aspecto no social del mundo social y es, al mismo tiempo, una amenaza para lo social y el límite que le da sentido. Los magos pueden ser mujeres, niños, extranjeros; cualquier ser "no profesional".
El mana y la magia plantean, pues, la cuestión del carácter exacto del vínculo social.  Para Lévi-Strauss, el hecho mismo de que el mana sea difícil de definir indica que es esencialmente indefinible; o, más bien, dado que puede adoptar múltiples significados, que es un "significante flotante", una "x" indefinible, análoga al fonema "cero" del que hablan los lingüistas de tendencia estructuralista. Dicho fonema no posee significado en sí mismo, pero puede adoptar diversos sentidos dependiendo del contexto y su relación diferencial con otros términos. Ello implica que el mana no puede interpretarse más que de forma sincrónica, en un momento concreto, y no diacrónicamente, en un sentido evolutivo en el que el significado derive de algo anterior. Equiparar mana al "significante flotante" fue la forma que tuvo Lévi-Strauss, en la época de su famoso ensayo de 1950 sobre Mauss, de reclamar a este último para el estructuralismo.
La interpretación estructuralista del mana y el regalo tiene otras consecuencias. Por ejemplo, el hecho de considerar que lo social es análogo a la estructura del lenguaje puede arrojar luz sobre el carácter de lo que evocan el mana y el regalo como "hecho social total". Así, la presentación de los hechos sociales no revelaría inmediatamente el aspecto social, como la gramática de un lenguaje natural no está inmediatamente presente en la conciencia de un nativo. Del mismo modo, afirma Lévi-Strauss, el hecho del intercambio no está inmediatamente presente en la observación empírica, que se limita a proporcionar tres obligaciones: dar, recibir y corresponder. La idea de intercambio explica la relación entre los tres elementos: no existe de manera transparente en los hechos, sino que debe elaborarse a partir de ellos.
En otro estudio importante, el enfoque histórico y contextual que tiene Mauss de los fenómenos sociales está, tal vez, aún más pronunciado. En su examen de las "técnicas del cuerpo" (8), acude al concepto de habitus (9) para examinar cómo las actividades culturales son específicas de una cultura y una sociedad determinadas. Para que exista una técnica corporal deben estar presentes dos elementos: primero, la técnica debe ser eficaz y, por tanto, capaz de producir el efecto deseado; segundo, debe inscribirse en una tradición que permita su transmisión. En pocas palabras, una técnica es algo que puede transmitirse. Para Mauss, las técnicas corporales no son espontáneas ni meramente anatómicas o fisiológicas. Con el fin de ilustrar hasta qué punto los actos supuestamente naturales pueden ser, en realidad, resultado de una técnica, Mauss relata cómo enseñó a escupir a un niño que padecía un resfriado.
Toda técnica corporal tiene su forma. El error del pasado ha consistido, a juicio de Mauss, en pensar que existe una técnica sólo cuando hay un instrumento. Las técnicas corporales son, en realidad, una tecnología sin instrumentos. El marco de una técnica nos permite explicar la importancia de la multitud de pequeñas acciones llevadas a cabo por cada individuo cada día de su vida. La técnica sitúa todos esos casos, que se dan por supuestos, en un marco explicativo con el fin de que dejen de ser algo arbitrario y el resultado del puro azar. El concepto de "técnicas del yo" de Michel Foucault parece tener su precedente claro en los análisis de Mauss sobre esta materia. La relevancia de Mauss es especialmente clara en la comprensión contemporánea de las prácticas si tenemos en cuenta que distingue las categorías específicas de conducta de las técnicas corporales, los actos denominados mecánicos, de tipo "físico y químico". Son también los actos tradicionales y eficaces en el ámbito de la religión, los actos simbólicos, los actos jurídicos, los actos relacionados con la vida comunitaria, los actos morales; en otras palabras, actos que, para Mauss, no pueden quedar reducidos a un hecho puramente físico.
Sin embargo, el pensamiento moderno (cfr.  Foucault, Bourdieu, Althusser) ha puesto en tela de juicio la oposición entre un acto simbólico, presuntamente consciente de sí mismo, y una técnica física. En realidad, de acuerdo con la descripción que Pascal hace de la adquisición de la fe –"arrodíllate, mueve tus labios en una plegaria, y creerás" (10)–, se afirma que incluso el acto más simbólico está inextricablemente ligado a una técnica física, hasta el punto de que se considera que la técnica es anterior al significado simbólico. Y, como para confirmar que él también dudaba de la validez de mantener el aspecto simbólico separado del físico, Mauss termina su reflexión sobre las técnicas corporales afirmando que:

Precisamente creo que, en el fondo de todos nuestros estados místicos, se hallan técnicas corporales que no se han examinado, pero que estaban perfectamente estudiadas en China e India, incluso en épocas muy remotas... Creo que hay medios necesariamente biológicos de entrar "en comunicación con Dios" (11).

Repitamos que Mauss es una fuente poco reconocida de esta corriente del pensamiento contemporáneo que se ocupa del cuerpo.
Por último, debemos destacar, junto con Lévi-Strauss, que Mauss, aún más que Durkheim, mostró que la individualidad, aunque no sea reducible a algo social, siempre posee una expresión social. Es decir, como los hechos sociales sólo se manifiestan en los individuos, la sociedad está en el individuo tanto, o más, que el individuo en la sociedad. Por tanto, en realidad, el tedioso debate sobre si el individuo es anterior a la sociedad o la sociedad es anterior al individuo se acaba con Marcel Mauss. Queda que así lo reconozcan quienes llegaron después que él.


NOTAS

<!--[if !supportLists]-->1.     <!--[endif]-->Este detalle y los siguientes de la biografía de Mauss proceden de Anthony Richard Gringeri, Jr., "Twilight of the Sun Kings: French anthropology from modernism to post-modernism, 1925-1950", tesis doctoral sin publicar, Universidad de California, Berkeley, 1990.
<!--[if !supportLists]-->2.     <!--[endif]-->Claude Lévi-Strauss, "Introduction à l'oeuvre de Marcel Mauss" en Marcel Mauss, Sociologie et anthropologie, París, Presses Universitaires de France, "Quadrige", 8ª. ed., 1983, págs.  IX-LII. Ed. inglesa, Introduction to the Work of Marcel Mauss, trad. de Felicity Baker, Routledge & Kegan Paul, 1987.
<!--[if !supportLists]-->3.     <!--[endif]-->Marcel Mauss, The Gift: The Form and Reason for Exchange in Archaic Societies, trad. de W. D. Halls, Londres, Routledge, 1990, pág. 65.
<!--[if !supportLists]-->4.     <!--[endif]-->Ibíd., pág. 74.
<!--[if !supportLists]-->5.     <!--[endif]-->Marcel Mauss, "Esquisse d'une théorie générale de la magie", en Marcel Mauss, Sociologie et anthropologie, págs. 1-141. Ed. inglesa, A General Theory of Magic, trad. de Robert Brain, Londres y Boston, Routledge & Kegan Paul, 1972.
<!--[if !supportLists]-->6.     <!--[endif]-->Ibíd., pág. 104, trad. inglesa, página 111.
<!--[if !supportLists]-->7.     <!--[endif]-->Ibíd., pág. 101, trad. inglesa, página 108.
<!--[if !supportLists]-->8.     <!--[endif]-->Marcel Mauss, "Les Techniques du corps", en Marcel Mauss, Sociologie et anthropologie, págs. 362-386. Ed. inglesa, "Techniques of the body", trad. de Ben Brewster, Economy and Society, 2, 1 (1973), págs. 70-88.
<!--[if !supportLists]-->9.     <!--[endif]-->Ibíd., págs. 368-369. Trad. inglesa, pág. 73.
<!--[if !supportLists]-->10. <!--[endif]-->Citado en Louis Althusser, Lenin and Philosophy and Other Essays, trad. de Ben Brewster, Londres, New Left Books, 1971, pág. 158.
<!--[if !supportLists]-->11. <!--[endif]-->Mauss, "Les Techniques du corps", pág. 386, y "Techniques of the body", pág. 87.



PRINCIPALES OBRAS DE MAUSS

Nature et function du sacrifice (1989), París, Presses Universitaires de France, 1989.
Esquisse d'une théorie générale de la magie (1902-1903), París, Presses Universitaires de France, 1989.
Essai sur le don (1923-1924), París, Presses Universitaires de France, 1989.  
Introducción a la etnografía, Madrid, Istmo, 1974.
Sociología y antropología, Madrid, Tecnos, 1979.


OTRAS LECTURAS

BLOOR, David: "Durkheim and Mauss revisited: Classification and the sociology of knowledge", Studies in the History and Philosophy of Science, 13, 4 (1982).
CARRIER, James: "Gifts, commodities, and social relations: A Maussian view of exchange", Sociological Forum, 6, 1 (marzo de 1991), págs. 119-136.
CARRII'HERS, Michael, COLLINS, Steven y LUKES, Steven (eds.): Category of the Person: Anthropology, Philosophy, History, Cambridge, Cambridge University Press, 1985. Además de ensayos sobre Mauss, este libro contiene una traducción de su ensayo "A Category of the human mind".
GANE, Mike (ed.): Radical Sociology of Durkheim and Mauss, Londres, Routledge,1992.
LÉVI-STRAUSS, Claude: Introduction to the Work of Marcel Mauss, trad. de Felicity Baker, Londres, Routledge & Kegan Paul, 1987.
RITTER, Henning: "The ethnological revolution: On Marcel", trad. de John Burns, Comparative Civilizations Review, 22 (otoño de 1990), págs. 1-18.



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