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viernes, 23 de noviembre de 2012

Freud, Sigmund



  Es un tópico decir que Freud fue un hombre de su tiempo, que poseía los valores de un burgués decimonónico, que estaba influido por el positivismo científico y el vitalismo, que sus opiniones sobre la sexualidad estaban impregnadas por ciertas actitudes victorianas. Sin embargo, desde otro punto de vista, es posible juzgar a Freud como un pensador que fue y, con toda probabilidad, va a seguir siendo simultáneamente controvertido, en sus afirmaciones sobre sexualidad y psique, y brillante y perturbador en su modo de fundar el psicoanálisis a través del estudio de fenómenos que, hasta entonces, se consideraban no analizables: por ejemplo, sueños o deslices verbales.
Los textos de Freud resultan más que estimulantes en lo que dicen como entidad (relativamente) discreta; son estimulantes también, incluso principalmente, como rastro de una gran odisea intelectual en la que el psicoanálisis atraviesa una transformación sutil dentro de un cuerpo textual en evolución permanente. En parte, dicha transformación deriva del hecho de que Freud no posee el control total de los conceptos (por ejemplo, vida, muerte, placer, yo) que pretende explicar, debido a que éstos son frecuentemente inestables. Brevemente, Freud, que subrayó la importancia de realizar un trabajo constante de interpretación, Freud, que afirmó que, en última instancia, un psicoanálisis era interminable, ese mismo Freud debe interpretarse a la luz de la idea de "interpretación ilimitada" que él inició.
Por consiguiente, quizá una de las lecturas más interesantes de Freud es la que ha hecho el psicoanalista francés Jean Laplanche, discípulo de Jacques Lacan. En pocas palabras, Laplanche ha sugerido que, especialmente en relación con los conceptos de vida y muerte, casi todo el conjunto de la obra freudiana –desde el "Proyecto de psicología científica", escrito en 1895, hasta "El problema económico del masoquismo", de 1924, pasando sobre todo por Más allá del principio del placer, de 1920– puede verse como un quiasmo en el que aquello que, al principio, era vida (homeostasis), se hace muerte (tánatos), y lo que era muerte (energía ilimitada) al principio se hace vida (Eros) (1). Laplanche demuestra que no hay nada que sustituya a la lectura real de Freud.
Sigmund Freud nació en Friburgo el 6 de mayo de 1856, en una familia judía. Cuando tenía cuatro años, su familia se trasladó a Viena, donde Freud vivió y trabajó hasta 1938, cuando se vio obligado a huir a Inglaterra después del Anschluss. Aunque siempre se quejó del ambiente opresivo de la ciudad, Freud no sólo vivió en ella casi toda su vida, sino que pemianeció con su familia en el mismo domicilio casi cincuenta años: la famosa Bergasse 19. Fréud fue un alumno brillante, siempre con las mejores notas en el instituto (Gymnasium), y se graduó con honores en 1873. En 1883 se tituló en medicina por la Universidad de Viena y, en 1885, obtuvo una beca para ir a París a estudiar con el gran Jean Martin Charcot, en Salpetrière. Charcot no sólo abrió a Freud el camino para tomar en serio la enfermedad mental, con su diagnóstico de histeria y el uso de la hipnosis; además fue un maestro carismático y estimulante por el que Freud sintió una admiración permanente. A su regreso a Viena, en 1886, Freud se estableció como médico. Murió en Londres el 23 de setiembre de 1939.
Durante sus años universitarios, el futuro psicoanalista trabajó en el laboratorio del fisiólogo y positivista Ernst Brücke. También causaron efecto en el joven Freud un colega contemporáneo e influyente de Brücke, Hermann Helmholtz –que, entre otras cosas, escribía sobre termodinámica– y el físico y filósofo Gustav Fechner. Todos ellos representaban el positivismo y vitalismo médico que dominó en Viena y otros lugares durante los tres últimos decenios del siglo xix. Su influencia puede verse, especialmente, en la teoría de la energía física "limitada" e "ilimitada" de Freud, dentro del "Proyecto de psicología científica", publicado póstumamente. El mismo año en el que escribió esta obra, 1895, Freud y Breuer publicaron sus Escritos sobre la histeria, basados inicialmente en el caso de Anna O. Con esta obra, las investigaciones de Freud en materia de actividad psíquica adoptaron una nueva dirección, puesto que el elemento que pareció causar la recuperación de Anna O. a través de la catarsis (la liberación de las tensiones) fue lo que la paciente denominó la "cura parlante". En efecto, la "cura parlante" es el resultado de avanzar con arreglo al modelo fisicista o vitalista de la psique: la tensión se libera (se logra la homeostasis) hablando e interpretando, es decir, manipulando los significados.
  Como muestra Laplanche, el paso desde el modelo vitalista de psique observado en el análisis de la histeria se ve de forma más espectacular en un caso relatado en el "Proyecto" de 1895, un texto que establece con mayor claridad el modelo cuantitativo de la psique, la psique como "una especie de economía de la fuerza nerviosa", como escribió Freud en una carta a Fliess. El caso mencionado es el de una joven, Emma, que tiene miedo de entrar sola en las tiendas. En el análisis, Emma relaciona su síntoma con el recuerdo de entrar en una tienda a los doce años, ver a dos vendedores que reían y huir aterrada. La investigación análitica revela que, tras esta escena, se encuentra otra: a los ocho años, Emma había entrado en una tienda a comprar golosinas y el tendero había tocado sus genitales a través de la ropa. Pero, en su momento, Emma no lo había considerado un hecho traumático. Lo que resulta significativo respecto a ambas escenas es que la primera es un recuerdo traumático pero un hecho inocente, mientras que la segunda (cronológicamente la primera) es un suceso potencialmente traumático pero un recuerdo inocente, precisamente porque no se experimentó como traumático. Sólo cuando el periodo intermedio de la pubertad dio a la violación todo su significado se convirtió en un hecho traumático en sentido psíquico, pero, entonces, sólo como huella en la memoria, podría decirse que sólo mediante el desplazamiento. Esta noción de desplazamiento resulta crucial, porque hace que sea imposible la atribución categórica de un trauma a un hecho físico. Al contrario, indica que toda idea de trauma en un sentido humano debe tener en cuenta su significado retrospectivo. En otras palabras, la interpretación fisicista o vitalista de la psique resulta insuficiente. Así se revela la propia realidad del desplazamiento –que Freud describió más extensamente en La interpretación de los sueños– dentro de la estructura del texto del autor, cuando se ve obligado a modificar su teoría positivista de la vida psíquica mediante el enfrentamiento con los hechos de la psique: los de la suya, que abordó en la introspección, y los de sus pacientes.
  La psique es, pues, una estructura de significado antes de ser una entidad física. Está relacionada con los procesos simbólicos y requiere una interpretación. Después de ver que el elemento de interpretación es crucial para la vida psíquica, el modelo cuantitativo –y, más recientemente, el conductista– de psique resulta insuficiente. Esta división aparente en la obra de Freud entre el nivel físico y biológico y el nivel simbólico ha sido, quizá más que ninguna otra cosa, el centro de numerosos debates y malentendidos. En relación con la sexualidad, por ejemplo, muchos comentaristas angloamericanos han tendido a despreciar la teoría de la sexualidad de Freud porque la intepretan en términos biológicos, es decir, de manera positivista y no simbólica.
  En La interpretación de los sueños, Freud empieza por afirmar con claridad que, en su intento de lograr una comprensión más profunda de los sueños, su método se diferencia de los anteriores en que no se basa en un código de sueños previo. Propone estudiar el material de esos sueños por sí mismo. En términos muy generales, Freud demuestra que la interpretación de los sueños debe ser especial porque un sueño es la realización de un deseo, el deseo de que no se entienda en el plano de su contenido manifiesto. Un sueño contiene invariablemente un mensaje oculto, relacionado con la sexualidad del que sueña. Si se toma literalmente, mucha gente podría pensar (muchos han pensado) que es una afirmación increíble. ¿Cómo es posible estar seguros de que un sueño se relaciona esencialmente con la sexualidad? La respuesta más rápida es que la sexualidad está esencialmente oculta; tiene que estarlo, podría añadirse. Ello quiere decir que la sexualidad está asociada a los signos y lo simbólico. No es un impulso animal (aunque, en ocasiones, el propio Freud parece haberse sentido atraído por esa opinión), sino que está imbricada en todos los desplazamientos de la vida social y cultural. En este caso, desplazamiento significa una vía indirecta. En La interpretación de los sueños, Freud define el desplazamiento como una de las formas en las que la actividad del soñador oculta el mensaje inconsciente del ensueño. Forma parte, junto a la condensación, del proceso primario. El desplazamiento se refiere al modo en que un elemento (o varios) del contenido manifiesto del sueño puede ser insignificante, o incluso estar ausente, en el contenido latente: las ideas soñadas. La condensación se refiere a que resulta escaso el contenido manifiesto de un sueño en comparación con la cantidad de ideas soñadas que pueden derivarse de él. Cada elemento del sueño puede generar múltiples líneas de asociación. Freud lo llamó superdeterminación. El desplazamiento y la condensación, por tanto, implican que un sueño requiere interpretación (no puede equivaler a su contenido manifiesto). Ambos procesos son, además, dos aspectos de la actividad soñadora que sirven para ocultar el verdadero significado del ensueño (inevitablemente sexual) y que, por consiguiente, permiten el cumplimiento de un deseo: el enmascaramiento de pensamientos inconscientes.
  Como mencionamos más arriba, el punto de partida de Freud es que no existe ningún código predeterminado para intepretar un sueño. Cada elemento (normalmente, una imagen) debe interpretarse como si fuera la primera vez. La razón es que el ensueño no es tanto el resultado de procesos lingüísticos como un lenguaje en sí mismo: se aproxima a un ideolecto. Quizá el hecho de que Freud demostrara cómo un sueño estiraba hasta el límite el lenguaje y la interpretación es el motivo de que su obra haya ejercido influencia en campos ajenos al psicoanálisis, relacionados con la interpretación de textos.
  Para comprender el significado de la ocultación y la distorsión en los sueños, Freud demuestra que es también preciso entender el papel de la represión. Esta última está, por supuesto, estrechamente unida al inconsciente. Y lo que se reprime son las ideas inconscientes en los sueños. Desde cierto punto de vista, el que sueña –y, por tanto, el analizando– reprime recuerdos dolorosos y traumáticos de carácter sexual; en esta lectura, la represión es fundamentalmente una forma de defensa. Sin embargo, después de la labor de Jacques Lacan, se ha dado una interpretación más estructural. En ella, la represión se relaciona con la propia formación del sujeto en el lenguaje y lo simbólico. Sería aquello que permite la distinción entre sujeto y objeto. Pero, si es así, ¿por qué es necesario lograr acceso al material reprimido? Si la represión es una necesidad estructural, ¿por qué hay que "descubrirla"? La respuesta es, en parte, como demostró Freud, que la represión puede dejar de funcionar, provocar un síntoma (que Freud denomina formación de compromiso) y la repetición inconsciente. El primero resulta inexplicable para el sujeto y la segunda, frecuentemente, se escapa por completo a la conciencia. En ambos casos, el objetivo pasa a ser el de intepretar el síntoma y la repetición, con lo que se confirma y quizá se expande el terreno de lo simbólico. Lo inconsciente par excellence es el trauma sexual: es decir, lo que no puede decirse o simbolizarse, y que sólo se conoce a través de sus repercusiones en lo simbólico. Partiendo de esta base, la obscenidad representaría el paso entre lo simbólico y lo inconsciente (trauma).
Por supuesto, Freud es famoso también por haber formulado el concepto del complejo de Edipo. Literalmente, se trata del fenómeno, observado por él (y que figura en su propia introspección), en el que el hijo (como el Edipo del mito griego) desea deshacerse de su padre para acostarse con su madre. Un tema semejante surge en Tótem y tabú, en el que Freud se refiere al mito de matar y devorar al padre en la horda primitiva de Darwin. Los hijos, en un acto de contrición y culpa, renuncian al acceso inmediato a las mujeres del padre, con lo que instituyen el orden simbólico: el orden de la ley. Edipo y la historia de la horda primitiva son dos muestras de cómo el inconsciente (el proceso primario) intenta siempre evitar la represión y rodear, de esa forma, el orden simbólico (el proceso secundario). Deja su huella en lo simbólico como síntoma (por ejemplo, los deslices verbales).
Un aspecto del pensamiento freudiano que ha causado grandes debates es el concepto del yo. Freud lo definió en relación con otros dos términos: el id –o depósito, o energía afectiva– y el superyó, el yo ideal, representante de la realidad externa. Un punto fundamental de controversia ha sido si el yo equivale al conjunto de la personalidad –en cuyo caso, incluiría el id y el superyó dentro de sí mismo– o si es un intermediario que intenta diferenciarse de los otros dos (id y superyó). La primera opinión introduce la posibilidad de un yo idéntico, en definitiva, a sí mismo, mientras que la segunda hace dificil la posibilidad de la propia identidad.
Otro factor de complicación en relación con el yo es el narcisismo. El yo sujeto se hace objeto de sí mismo, poniendo nuevamente en tela de juicio la noción de una entidad idéntica a sí misma. Por su parte, la psicología americana del yo ha tendido a considerarlo como centro de la percepción y la conciencia, lo cual abre la posibilidad de un yo con la capacidad de tener una conciencia total de sí mismo. Como señalan Laplanche y Pontalis, al margen de cualquier otra cosa que pueda decirse, los textos de Freud no dejan dudas sobre la ambigüedad que predomina en ellos en relación con el yo y, podemos añadir, en relación con muchos de los conceptos esenciales del psicoanálisis. Y quizá es inevitable, en una oeuvre en evolución permanente y que, en definitiva, pretende arrojar luz sobre los mecanismos de su propia elaboración.
Freud dejó una obra amplia y heterogénea: trabajos basados en un modelo biológico de la psique; obras metapsicológicas que esbozan conceptos clave; estudios de casos derivados de la práctica clínica; escritos autobiográficos e históricos; obras basadas en datos antropológicos e históricos; estudios de la vida cotidiana y obras didácticas que pretendían explicar el psicoanálisis a un público más amplio. Pero lo que dejó, tal vez, por encima de todo, es una oeuvre que no oculta el proceso de su propia evolución: los falsos comienzos, los descubrimientos, la continua modificación de conceptos esenciales. Ello significa que, para el lector contemporáneo, su legado más significativo es el hecho de que su texto requiere, más que nunca, una interpretación.


NOTAS

1.     Jean Laplanche, Life and Death in Psychoanalysis, trad. de Jeffrey Mehlman, Baltimore, Johns Hopkins University Press, 1976.


PRINCIPALES OBRAS DE FREUD

  La referencia habitual para todas las obras de Freud en español es Obras completas, 3 vols., Madrid, Biblioteca Nueva. Indicamos, además, la referencia bibliográfica de las obras mencionadas en este artículo:
Escritos sobre la histeria (1895), Madrid, Alianza, 1988.
  La interpretación de los sueños (1900), 3 vols., Madrid, Alianza, 1993 y 1994.
  Tótem y tabú (1912-1913), Madrid, Alianza, 1993.
  Proyecto de una psicología para neurólogos, Madrid, Alianza, 1981.


OTRAS LECTURAS

BRENNAN, Teresa: The Interpretation of the Flesh: Freud and Femininity, Londres y Nueva York, Routledge, 1992.
GAY, Peter: Freud. Una vida de nuestro tiempo, Barcelona, Paidós, 1990.
JONES, Ernest: Vida y obra de Sigmund Freud, 3 vols., Barcelona, Anagrama, 1981.
LAPLANCHE, Jean: Life and Death in Psychoanalysis, trad. de Jeffrey Mehlman, Baltimore, Johns Hopkins University Press, 1976.
WEBER, Samuel: The Legend of Freud, Minneapolis, University of Minnesota Press, 1982.




                                CRONOLOGIA DE SIGMUND FREUD

1856
6 de mayo: nace en Friburgo, Moravia, Imperio Austríaco, actualmente República Checa.

1859
La crisis económica arruina el negocio de su padre, y la familia Freud se instala en Viena con dificultades.

1865
Sigmund comienza sus estudios secundarios con un año de adelanto sobre la edad habitual.

1873
Termina sus estudios con un examen final en el que consigue la calificación summa cum laude. Comienza la carrera de medicina en la Universidad de Viena.

1874
En la universidad descubre los prejuicios antisemitas. Sigue los cursos de filosofía de Brentano.

1875
Viaja a casa de su hermanastro Philippe y de su sobrina Pauline, en Manchester, Inglaterra.

1876
Realiza sus primeras investigaciones personales en Trieste sobre las glándulas sexuales de las anguilas. Entra a trabajar en el laboratorio de Brücke, dentro del Instituto de Fisiología.

1877
Publica el resultado de sus trabajos sobre la anatomía del sistema nervioso central de la larva de la lamprea.

1878
Durante sus investigaciones, realizadas en el laboratorio de Brücke, está a punto de descubrir la neurona (llamada así por Waldeyer en 1891). Comienza una larga amistad con el médico Josef Breuer, catorce años mayor que él, de quien recibe ayuda moral y material.

1879
Sigue con cierto interés los cursos de psiquiatría de Meynert, atraído especialmente por el aspecto neurológico de la cuestión.

1880
Breuer comienza el tratamiento de Bertha Pappenheim (Anna O.). Freud traduce cuatro ensayos de Stuart Mill (Sobre la cuestión obrera, La emancipación de las mujeres, El socialismo y Platón). Escasamente interesado por la práctica médica, decide dedicarse a la investigación o la docencia.

1881
Realiza tardíamente, aunque con éxito, sus exámenes de fin de carrera.

1882
Conoce a Martha Bernays. Breuer comenta con él el caso de Anna O., que había quedado interrumpido desde hacía seis meses.

1884
Encargado de realizar un estudio sobre la cocaína, Freud descubre las propiedades analgésicas de la sustancia y sospecha que posee cualidades anestésicas, pero descuida la investigación en ese sentido. Es duramente criticado en círculos médicos por la utilización de la cocaína en la curación de su amigo Fleischl, adicto a la morfina. Comienza a utilizar la electroterapia en el tratamiento de las enfermedades "nerviosas". Consigue poner a punto un método de coloración de los cortes neuronales, y publica un artículo sobre este tema. Publica también una monografía sobre la coca.

1885
Durante breve tiempo trabaja en una clínica privada, donde emplea ocasionalmente el hipnotismo. Consigue un puesto de profesor agregado en la universidad. Obtiene una beca para un viaje de estudios y decide ir a París para conocer de cerca el trabajo de Charcot. En la Salpêtrière, observa las manifestaciones de la histeria y los efectos del hipnotismo y la sugestión.

1886
Abandona París y viaja a Berlín, donde se interesa por la neuropatología infantil. De vuelta a Viena, trabaja durante una temporada en el Instituto de enfermedades infantiles. Comienza la práctica privada de la profesión. Contrae matrimonio con Martha. Publica su traducción de Las lecciones sobre las enfermedades del sistema nervioso (vol. III) de Charcot.

1887
Sin abandonar la electroterapia, empieza a utilizar de nuevo el hipnotismo como tratamiento. Octubre: nace su hija Mathilde. Diciembre: primera carta a Fliess.

1888
Publica su traducción del libro de Bernheim, La sugestión y sus aplicaciones terapéuticas. Mayo: en el caso de Emmy von N., aplica por primera vez un método inspirado por Breuer.

1889
Viaja a Nancy para ver a Bernheim y a Liébault. Diciembre: nace su hijo Martin, llamado así en recuerdo de Charcot.

1891
Publica un libro sobre la afasia, en el que critica la teoría de las localizaciones. Nace su hijo Oliver.

1892
Escribe un artículo sobre el tratamiento hipnótico. El caso de una paciente, Elisabeth von R., le sugiere el método de las libres asociaciones. Publica la traducción del segundo volumen de Bernheim. Nace su hijo Ernst.

1893
16 de agosto: muere Charcot. Freud escribe un artículo necrológico sobre él. Publica un artículo sobre las parálisis histéricas en la Revue de neurologie. Formula la teoría de la seducción traumatizante, que se verá obligado a abandonar cuatro años después. Nace su hija Sophie.

1894
Publica un artículo sobre las psiconeurosis de defensa. Traduce el libro de Charcot, Lecciones del martes.

1895
Publica los libros Obsesiones y fobias y Estudios sobre la histeria, este último escrito en colaboración con Breuer. Diciembre: nace su hija Anna.

1896
Freud escandaliza a su auditorio con una conferencia sobre la etiología sexual de la histeria. Octubre: muere su padre, Jacob Freud.

1897
Viaja a Italia. Descubre el complejo de Edipo.

1898
Publica Los mecanismos del olvido y reúne ejemplos para un estudio sobre los chistes.

1899
Publica sus obras Recuerdos pantalla y La interpretación de los sueños.

1900
14 de octubre: comienza el caso de Dora.

1901
Se edita El sueño y su interpretación, resumen de La interpretación de los sueños. Escribe Sueño e histeria, obra en la que expone el caso de Dora y que será publicada, con diferente título, en 1905. Sus relaciones con Fliess comienzan a deteriorarse. Publica Psicopatología de la vida cotidiana.

1902
Viaja a Nápoles.

1903
Primeros discípulos (Federn, Stekel, etc.).

1904
Viaja a Atenas. Comienza su correspondencia con Eugen Bleuler.

1905
Publica Tres ensayos sobre la sexualidad, El chiste y su relación con lo inconsciente y Fragmento de un análisis de histeria (caso de Dora).

1907
Febrero: recibe la visita de Jung. Encuentro con Karl Abraham. Publica El delirio y los sueños en Gradiva de W. Jensen.

1908
Febrero: visita de Sándor Ferenczi. Abril: Congreso de Salzburgo. Setiembre: segundo viaje a Inglaterra.

1909
Publica Análisis de una fobia en un niño de cinco años (el pequeño Hans) y Observaciones sobre un caso de neurosis obsesiva (el hombre de las ratas). Viaja a América junto con Jung y Ferenczi. Pronuncia varias conferencias en la Clark University de Worcester, Massachusets.

1910
Congreso de Nuremberg. Fundación de la Asociación Psicoanalítica Internacional, de la que Jung es el presidente. Se publican Cinco lecciones sobre el psicoanálisis (recopilación de las conferencias dadas en América) y Un recuerdo de infancia de Leonardo da Vinci. A partir de este año, y durante los dos siguientes, publica varios artículos sobre la técnica del psicoanálisis.

1911
Dimisión de Adler. Congresos de Weimar y de Budapest. Publicación de Observaciones psicoanalíticas sobre la autobiografía de un caso de paranoia.

1913
Freud rompe su relación con Jung. Congreso de Munich. Se publica Totem y tabú.

1914
Se publican El Moisés de Miguel Angel y Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico. Dimisión de Jung.

1915
Escribe varios ensayos sobre metapsicología y publica la primera parte de Introducción al psicoanálisis.

1917
Se publican La aflicción y la melancolía y la segunda parte de Introducción al psicoanálisis.


1918
Publicación de El hombre de los lobos: extracto de la historia de una neurosis infantil.

1919
Se editan Más allá del principio del placer y Se pega a un niño.

1920
Enero: muere su hija Sophie.

1921
Publicación de Psicología colectiva y análisis del yo. Congreso de La Haya.

1922
Anna Freud entra a formar parte de la Sociedad Psiconalítica de Viena. Congreso de Berlín.

1923
Se le diagnostica cáncer en la mandíbula y es operado. Publica El yo y el ello.

1925
Publica Mi vida y el psicoanálisis y La negación. Diciembre: muere Karl Abraham.

1926
Publicación de Psicoanálisis y medicina e Inhibición, síntoma y angustia.

1927
Se edita El futuro de una ilusión.

1929
Publica El malestar en la cultura.

1930
Recibe el premio Goethe. Su hija Anna le reemplaza en la entrega del premio, en Frankfurt, y lee el discurso de agradecimiento. Colabora con Bullit en la redacción de Thomas Woodrow Wilson, que recién es publicado en 1967. Muere la madre de Freud.

1932
Edición de Nueva introducción al psicoanálisis.

1933
Mayo: los nazis queman las obras de Freud en Berlín.

1937
Publica Análisis terminado y análisis interminable.

1938
Roosevelt y Mussolini intervienen en favor de Freud. Junio: viaja a Londres.

1939
23 de setiembre: muere Sigmund Freud en Londres.

1950
Se publica El nacimiento del psicoanálisis, una recopilación de las cartas de Freud a Fliess.

1 comentario:

  1. Hola! Te felicito por esta entrada. Me ha interesado mucho. Gracias. Parece que hace tiempo que abandonaste este blog. ¿Es así?

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