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sábado, 2 de febrero de 2013

Marshall McLuhan













 Herbert Marshall McLuhan nació el 21 de julio de 1911 en Edmonton, Canadá. Filósofo, profesor y teórico, influyó enormemente en la cultura de la segunda mitad del siglo XX por sus investigaciones sobre la naturaleza y efectos de los medios de comunicación en los procesos sociales y artísticos.
     Inició tempranamente estudios de Ingeniería, que pronto abandonó para estudiar Literatura Inglesa en la Universidad de Manitoba, Canadá. Se doctoró a los 31 años en Cambridge, con una tesis acerca del dramaturgo Thomas Nashe. En estos años, es fuertemente influenciado por la escuela del New Criticism.
     Comenzó a ejercer la docencia en la Universidad de Wisconsin (1936) como profesor adjunto. En 1937 culmina su conversión a la fe católica, lo que lo lleva a ser docente en diferentes institutos superiores católicos. De 1937 a 1944 enseña inglés en la Universidad de Saint Louis. De 1944 a 1946 enseña en el Colegio Assumption en Windsor, Ontario, y en 1952 obtiene una cátedra en la Universidad de Toronto, donde permanece hasta 1979. Además, durante el período 1967/68 fue Director del Programa de Cultura y Tecnología de la Universidad de Fordham. Paralelamente a su tarea docente, McLuhan ocupó otros cargos a lo largo de su vida, entre los que se destacan la Presidencia del Seminario en Cultura y Comunicación de la Fundación Ford (1953-1955), y la dirección del Proyecto Understanding Media para la National of Educational Broadcasters de los Estados Unidos (1959-1960). Además fue miembro de la Royal Society de Canadá, y consultor de la Comisión Pontificia de Comunicación Social del Vaticano (1973). Además, fue coeditor con Edmund Carpenter de la revista Explorations in Communication (1954-1959). Falleció en Toronto, Canadá, el 31 de diciembre de 1980.
    
     El pensamiento de Marshall McLuhan, con una obra críptica, con cruces entre la teoría y la literatura, puede incluirse dentro de la línea del determinismo tecnológico, para muchos una visión parcial del proceso comunicativo. La aproximación de McLuhan a un determinado problema partía de negar un punto fijo ya que consideraba que la comprensión requiere siempre un enfoque multidimensional. Con total libertad, sus escritos carecen de argumentaciones complejas o de tesis alguna que se desarrolle linealmente a lo largo de sus páginas; Por tales motivos, se lo calificó de místico de la aldea global, hippie académico o profeta visionario.
     A partir de la década de 1950 comienza a desplegar su ecléctico arsenal teórico. En 1951, escribe La Novia Mecánica. El folklore del hombre industrial, texto que lo da a conocer como un autor sugerente, donde de manera pionera se acerca a los mecanismos de formación y expresión de la cultura popular. Pero es en 1962, con su libro La Galaxia Gutenberg, cuando se convierte en una verdadera celebridad. En esta obra, las tecnologías son descriptas como extensiones del propio cuerpo, potenciadoras del sistema sensorial biológico, y a la vez como elementos determinantes de la comunicación, herramientas que extienden las habilidades humanas al infinito.
     En 1964, aparece otra de sus obras fundamentales, Comprender los Medios de Comunicación. De este libro es la frase que luego se convirtió en eslogan académico “El medio es el mensaje”. Para McLuhan, esta frase significaba que las consecuencias individuales y sociales de cualquier medio, es decir cualquier “extensión”, resultan de la nueva escala que introduce en nuestros asuntos cualquier tecnología nueva. Esta teoría tendía a privilegiar el componente tecnológico como causante de la influencia de los mass media en los destinatarios, subestimando o anulando el contenido de los mensajes. En sus propias palabras, “las extensiones eléctricas de nuestro sistema nervioso crean un campo unificado de estructuras orgánicamente interrelacionadas que nosotros llamamos la actual Era de la Información.”
     Este abandono del contenido generó un áspero debate entre los defensores del mismo, con McLuhan a la cabeza, y los teóricos de las escuelas críticas de la comunicación (Mattelart, Enzensberger, etc.), los cuales la consideraban un pensamiento funcionalista y pragmático. De esta época de su producción teórica es también la clasificación de los medios de comunicación en fríos y calientes. Los medios calientes serían aquellos en los que el receptor del mensaje participa activamente en la interpretación y decodificación del mismo (la radio, la prensa escrita, la fotografía); y los fríos, aquellos que suponen por parte del receptor del mensaje una participación decodificadora baja o nula (el teléfono, la televisión, el habla, etc.)
     Otra categoría fundamental de McLuhan es la que da título a otro de sus libros, La Aldea Global (1989), escrito junto con Bruce R. Powers. Este concepto remite a la idea de que está finalizada la era de la cultura basada en el libro, lo cual implica que la TV y los nuevos sistemas electrónicos de comunicación han instalado ya al ser humano en una “aldea global”, una sociedad audio-táctil tribalizada a escala planetaria.
     McLuhan es reconocido además como fundador de una de las más importantes escuelas de comunicación: la Ecología de los Medios o Mediología. Según Neil Postman, uno de los principales teóricos actuales de esta corriente, “La Ecología de los Medios estudia la forma en que los medios de comunicación afectan la percepción humana, la comprensión, los sentimientos y los valores, y cómo nuestra interacción con los medios facilita o impide nuestras oportunidades de supervivencia.” Dentro de esta corriente se encuentran prestigiosos intelectuales como Susan Sontag, Walter Ong y Paul Levinson, entre muchos otros.
     Además de los libros citados, McLuhan escribió Guerra y Paz en la Aldea Global (1971), donde continúa su reflexión acerca de las nuevas tecnologías electrónicas y su convivencia con las “viejas”; El Medio es el Masaje. Un inventario de efectos, libro en el que juega con los aspectos gráficos de la palabra escrita, las cuales aparecen torcidas, o en diferentes tamaños, convirtiendo a este libro en una pequeña obra de arte tipográfica y Escritos Esenciales (1998), compilación póstuma de artículos, cartas y conferencias, que incluye ensayos como “Joyce, Mallarmé y la prensa”, o sus célebres “Leyes de los medios”.
     El pensamiento de McLuhan representa, en la actualidad, una referencia obligada en el estudio de las comunicaciones digitales, en la teoría de las interfases, en el estudio de Internet, y en las perspectivas abiertas por la Sociedad de la Información.


     Las cuatro edades

Se pueden sistematizar algunas ideas que caracterizan el pensamiento de McLuhan haciendo un breve recorrido por la historia de la comunicación de acuerdo a la concepción que el autor tenía de cada etapa.
 
 - La aldea tribal
Es posible que el habla se haya iniciado hace unos 30.000 años, pero la comunicación escrita-alfabética tiene tan solo unos cuatro milenios de antigüedad. La aldea tribal es pues, una aldea analfabeta y su duración en la Tierra habría tenido la extensión de unos 26.000 años. Durante todo ese tiempo, junto con otros factores (innovaciones tecnológicas desde el fuego y los metales hasta los medios de transporte y las armas) hicieron que el hombre dejase de ser cazador y nómade para aprender los secretos de la agricultura y transformarse en un ser sedentario. Aparecieron pues las aldeas estables, se desarrollaron recursos defensivos, lo cual abrió el paso para las primeras ciudades y, más tarde, las civilizaciones, con todo lo que ellas implican: la formación de clases, jerarquías, estructuras administrativas, etc. A la aldea tribal la caracteriza la palabra oral, el único medio de comunicación del que disponía el hombre. La palabra oral como medio de comunicación, estimulaba el oído antes que la vista, involucrando sensorial y emocionalmente al oyente integrándolo así al grupo de pertenencia (el clan, la tribu). En la aldea tribal la única posibilidad de transmitir experiencias y acumularlas era haciéndolo en un espacio restringido que estaba representado por la memoria del grupo puesto que aún no existían ni la historia, ni las escuelas, ni la burocracia; los hombres estaban “sensorialmente” integrados.
 
 - El hombre alfabético-quirográfico
Esta era se inicia con la invención de la escritura y se extiende hasta la difusión de la imprenta en Europa, por lo tanto abarca unos 3500 años. Durante este período aparecen numerosas “extensiones del hombre” en el campo de las máquinas y herramientas. Pero aparecerá también la escritura alfabética que puede ser considerado el primer medio capaz de recoger, conservar y transmitir las experiencias humanas, reduciendo la función mnemónica de los individuos, el peso dogmático de los proverbios e incluso la autoridad de los ancianos, que hasta entonces eran los depositarios de la historia y la tradición, cargando con la función de transmitirlas a las elites administrativas, religiosas y fiscales. El alfabeto se concreta en una perspectiva sensorio-visual y posee una clara función analítico-lineal. En efecto, la linealidad es una característica predominante de la vista si se la compara con otros sentidos como el oído, el gusto y el tacto. Para McLuhan esto deriva en una disociación entre la sensibilidad interior del hombre alfabetizado. El autor verá además que la disolución de la familia y el clan hacia sociedades más abiertas, es una consecuencia mediata de la alfabetización, en el sentido de que esta posibilita la homogeneización entre las culturas, la uniformidad de los individuos ante las leyes escritas y, particularmente, la revolución que la escritura generó en el pensamiento griego que marcó el paso de lo “salvaje” hacia la filosofía y la ciencia.
 
 - La galaxia Gutenberg o Aldea Global
Este período comprende los casi cuatro siglos que van desde la difusión de la imprenta en la Europa de la modernidad hasta las primeras décadas del siglo XIX, cuando el telegráfo cambiaría para siempre la historia de la comunicación humana. En el mundo occidental, solo una tercera parte de la historia ha sido tipográfica, aunque por cierto, la relación entre esta etapa y la anterior es interdependiente. Para McLuhan, la “civilización” es equiparable a “la cultura de la escritura”, cultura que, según su opinión, competirá con la cultura electrónica.

 - La galaxia Marconi o Aldea Cósmica
McLuhan dirá que el ciclo histórico entre los medios-mensajes y el hombre-usuario, concluye en la actual Galaxia Marconi, caracterizada por el medio televisivo. El autor se refiere a tres diferentes órdenes de innovaciones tecnológicas:
  a. Un orden eléctrico: el telégrafo y el teléfono, medios que redujeron el espacio psicosocial en asociación a otras “extensiones”, como los medios de transporte.
  b. Un orden electrónico dado a partir de dispositivos centrados esencialmente en el uso de válvulas (como la radio).
  c. Tecnologías recientes, que parecen invadir todas las técnicas convencionales de comunicación haciendo confluir la comunicación y la información de forma integrada y universal, asociando todos los aspectos de la comunicación humana, desde la administración pública, hasta los servicios sociales, desde el entretenimiento hasta la salud y la educación.


PRINCIPALES OBRAS DE McLUHAN

The Mechanical Bride: Folklore of Industrial Man (1951)
The Gutenberg Galaxy: The Making of Typographic Man (1962)
Understanding Media: The Extensions of Man (1964)
The Medium is the Massage (con Quentin Fiore; producido por Jerome Agel) (1967)
War and Peace in the Global Village (1968)
Through the Vanishing Point - space in poetry and painting (con Harley Parker) (1968)
Culture is Our Business (1970)
From Cliché to Archetype (con Wilfred Watson) (1970)
Laws of Media: The New Science (con Eric McLuhan) (1988)
Understanding Me (editado por Stephanie McLuhan y David Staines) (2004)



Link a la extensa entrevista realizada por la revista Playboy a Marshall McLuhan en marzo de 1969 (en inglés):